¿Por qué es importante el derecho procesal?
Hace unos meses acudió un cliente al despacho al que le acababan de notificar una demanda de desahucio por expiración de plazo. En realidad, el contrato estaba en vigor –no había expirado el plazo– pero el cliente había firmado bajo engaño la rescisión del contrato meses atrás.
Analizamos el caso y existían posibilidades de defensa, aunque el acervo probatorio para defender nuestra tesis era inexistente, más allá de lo que nos comentaba el propio cliente.
Sin embargo, advertimos que la demanda adolecía de errores formales que permitían sostener que la demanda había sido erróneamente admitida a trámite por el juzgado. Concretamente, se habían infringido los artículos 439. 6 y 7 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (causas especiales de inadmisión de la demanda), no acompañándose junto con el escrito de demanda la preceptiva documentación al efecto.
Por ello, planteamos la nulidad de actuaciones al haberse prescindido de normas esenciales en el procedimiento que causaban indefensión a esta parte. El juzgado estimó nuestra tesis, y condenó en costas para la parte demandante.
¿Qué ganamos? Sin necesidad de acudir a la vista de juicio archivamos el procedimiento y, además, con imposición de las costas procesales a la parte actora.
El derecho procesal gana juicios. No es solo el fondo, sino también la forma, lo que puede hacer vencer o perder un pleito.